¿Qué imagen os viene a la cabeza si pensamos en un asiático y un sudamericano? Que mezcla más extraña, eh.. Pues de esto trata la noticia de hoy, del último acuerdo que han realizado Venezuela con el gran imperio chino.
Debido a la débil economía venezolana, China se ha comprometido a invertir acerca de unos 20.000 millones de dólares en el país sudamericano, convirtiendo a la nación asiática en el principal acreedor de Venezuela, ya que si se suma este último préstamo a la deuda que tenían previamente, de unos 3.000 millones más, da un total de 23.000 millones a deber.
Nicolás Maduro ya no puede ocultar más la crisis originada por el continuo descenso de los precios del petróleo y por tanto ha tenido que pedir ayuda a China. Lo que el presidente venezolano ha conseguido no es más que una pospuesta de ajustes fiscales con tal de tener un año electoral despreocupado, para así renovar el Parlamento y el chavismo.
Como pago de la deuda, además del retorno y los intereses que supone este, Venezuela debe mandar unos 650.000 barriles de petróleo a China con tal de saldar las deudas previamente contraídas.
No considero que contrayendo más deudas sea una buena forma de pagar las anteriores, pero es por esto que conocemos la deuda externa como la ''deuda eterna''. No podrá cumplir sus tratos si sigue regalando el petróleo, ya que por este motivo el mismo país deja de vender a otros obteniendo ganancias de una de las pocas cosas con las que obtiene dinero.
Esta noticia tan compleja podréis encontrarla más extensamente explicada en el siguiente enlace: http://internacional.elpais.com/internacional/2015/01/07/actualidad/1420667701_434797.html
Adiós!!
Claudia
